miércoles, 30 de noviembre de 2016

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Legado de reyes. Heredera

Cathlan, un reino que siempre ha gozado de paz y prosperidad, se ve azotado por una catástrofe que cambiará la vida de sus gentes, sin importar su condición social. En consecuencia, nobles y plebeyos se verán condenados a una serie de sucesos que conducirán al país hacia el declive, la masacre y la sumisión. Sin embargo, existe alguien que puede cambiar el rumbo de tan fatal destino. Solo es necesario que reúna la fuerza de voluntad suficiente para atreverse a luchar contra el terror.
Una dinastía centenaria, una guerra constante por el poder y un futuro por el que sacrificarse. Esta es la historia de la que siempre has oído hablar pero que nunca te han contado.
Heredera es la primera parte de la bilogía Legado de reyes.




Las cenizas que quedan


Hace cientos de años, la congregación Espúreaascendió al poder. Obtenía su magia de las cenizas y su ambición fue tal que, finalmente, abrasó el mundo. Después de los grandes incendios y de los cataclismos ocasionados por aquel desastre, los supervivientes se escondieron en lo poco que se mantuvo en pie.
Aline lleva encerrada en los últimos vestigios de la civilización desde que perdió la última de sus batallas como capitana del ejército. Dejó la lucha por la política y pasó a formar parte del consejo, una institución que trata de impedir que los suyos sucumban a un mundo reducido al polvo.
Con la llegada de Weiss, un antiguo compañero de la milicia, Aline recibe un mensaje póstumo de su tío: unas coordenadas que esconden un secreto que bien podría salvar lo que queda o, por el contrario, destruirlo todo. Aline no tendrá más remedio que emprender un viaje lleno de peligros con la persona que había decidido dejar atrás, y cruzar un territorio dominado por las mortíferas tribus del fuego.





Los Apátridas. La Sucesión


Tras el atentado de Messis, Latanisha viaja a la estación espacial de Andersson para terminar con su formación como resucitadora. Sin embargo, aunque es un lugar cosmopolita y deslumbrante, no es ni de lejos un paraíso. Las nuevas amistades traerán consigo nuevos problemas y la tensión será cada vez mayor.
En la Tierra, mientras tanto, los transigentes siguen ganando terreno. Pero todo avance tiene un precio, y ni siquiera el líder, Armand Luzbel, está a salvo de las tretas del destino.
En esta segunda entrega, los protagonistas deberán luchar contra la manipulación, la desconfianza y las pasiones más bajas. Y tendrán que hacerlo rápido, porque la Sucesión tiene planes para todos y se mueve deprisa.



La pata de Cupido

.Esto no me puede estar pasando. ¿Tan horrible he sido como ser humano? Primero me muero. Luego me juzgan. Y ahora el mismísimo Dios me asigna un trabajo que detesto a cambio de mi plaza en el Cielo. ¡Por favor! ¿Que yo sea Cupido? ¿Que empareje a completos desconocidos y les lance flechas como si fuera un indio del oeste? Sin duda, por aquí arriba han perdido la cabeza y se han empeñado en que yo me una a su club de dementes…
Todos hemos pensado que será de nosotros una vez hayamos muerto, aunque muy pocos han imaginado convertirse en Cupido y pillarse un pedo con San Pedro.



No hay besos sin hierbabuena


Las cosas nunca son fáciles, pero Claudia piensa que lo serían un poco más si sus hermanos no hubieran huido de casa hace tantos años. O si le gustara la carrera que está estudiando. O si su madre dejara de ordenar las cosas de tres en tres. O si su novio entendiera que si Claudia tiene que marcharse a Estados Unidos, es porque su hermana la necesita.
Las cosas nunca son fáciles, pero Claudia piensa que lo serían mucho más si Hunter no la mirara con esos ojos de tempestad. Si dejara de pedirle que no vuelva nunca a España y, sobre todo, si ella no sintiera algo por él.
«No te vayas», dice Madrid. «Quédate», dice Estados Unidos. Mediante un blog, esta joven madrileña intentará poner en orden sus pensamientos y tomar una decisión. Porque las cosas nunca son fáciles, pero a veces Claudia cree que algún día lo fueron. Hace mucho. Cuando la noche olía a hierbabuena.


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